Nada más llegar, ya estabas tú, esperándome. Y ya nunca me has abandonado.
Has tomado innumerables nombres, pero siempre has estado a mi lado, detrás, delante pero siempre conmigo. Conmigo aún cuando yo estuviera ciego a tu presencia, como lo he estado ante tantas cosas bellas.
Juntos, hemos acariciado las hojas tiernas de las hayas y abedules en primavera, las fuertes del roble o de la encina en el verano.
Hemos jugado con las hojas pardas del otoño, y las amarillas, y las rojas. Todas. Todas me las has traído a mis pies, a mis manos. Todas, todas las hecho bailar para mí cuando lo he querido. Y en invierno me has silbado entre las ramas retorcidas de los tejos y enebros.
A veces has helado mis manos, otras quemado mi piel. Pero, las más de las veces, suavizado mi existencia.
¿Recuerdas?. Me has traído todas las fragancias. La menta bajo mis pies cuando no la hierbaluisa al roce de mis manos.
La lavanda en la montaña, el musgo y…las flores. También me has traído lo que nunca te he pedido pero, he de perdonarte esos pequeños defectos. Siempre he entendido que tú no podías escoger. Los olores que sabías que no habrían de gustarme a veces te eran impuestos.
Vienes y vas por donde quieres. Y vienes. Si Este, cortas mis sienes y me haces apretar los dientes. Cuando sur, desatas mi locura, siempre en el borde del abismo. Si norte, enfrías mi ardor y templas los desatinos. Y cuando oeste, calas mis huesos y agradezco la lluvia que crea vida.
Hemos viajado juntos. En el mar has creado montañas en las que he visto cabalgar los peces voladores. En la montaña has dibujado mares con las nubes, mientras me dejabas dibujar mis sentimientos más ocultos. Y yo he estado siempre allí. Mar o montaña, sintiéndote.
Jugando, me he dejado caer contra ti, y me has soportado. Me has empujado, cuando lo necesitaba. Me has frenado cuando era necesario. ¿Qué más has hecho por mí?
Te espero en el final.
Llevarás mis cenizas a lo más alto de la montaña. Me pasearás por los cielos y, suavemente, me dejarás caer en todo los lugares que he querido. Y, de vez en cuando, soplarás huracanado para revolver mis cenizas, y con ellas atizar el fuego de una nueva vida.
V I E N T O
/// SPT 002/070916 - El título al final///foto: Efectos del viento
///música: Mike Oldfiel - Sentinel
///música: Mike Oldfiel - Sentinel
Quiero escribir así...quiero saber expresar todos eso...una envidiosa.
ResponderEliminarSe me queda, se me queda aquí dentro.
ResponderEliminar¿Cómo dices que 'ya quisieras escribir así'? si lo haces perfectamente.
La cadencia, el verbo, la oración corta contenida en pasión, en sentimiento puro.
No sabes lo mucho que me ha gustado esto. Sin palabras, no puedo definir, llega el tiempo que no es necesario definir, sólo sentir.
Abrazo.
Que bueno! Me encantó. Y la idea de las cenizas volando recorriendo lugares conocidos y descubriendo otros nuevos. Es lo mismo que yo quiero.
ResponderEliminarPosiblemente uno de los mejores post que leí sobre este tema
Besos
Rrevuelves mi pelo y alborotas mis ideas. Vas y vienes por mi piel erizando mis visiones, las que a veces anegas y desbaratas. Viento amigo, desalmado, me das y te llevas, meces mi voz y arrancas mi lamento. ¡Quédate conmigo, quédate un momento!
ResponderEliminarUauuuu!!!
ResponderEliminarUna maravilla!
Todas las sensaciones, todos los sentimientos se ponen alerta.
Eres único removiendo, agitas hasta las palabras no dichas, no pensadas.
Ya se que quiero ser de mayor!!
Buenos efectos del viento.
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