tiene la cabeza en la vía
escucha con atención
le puede el ansia
el deseo…
de que llegue
ajeno, cabalga el tren
del hierro pavonado
que acostumbrado
conoce que sólo será un instante
un instante
la cabeza en los raíles
esperando
el instante
nada, no se acerca… todavía
mira al cielo… no hay estrellas
solamente unas nubes cenicientas
de una mañana madrugadora
vendrá
ahora, un gran latido
salta el corazón
¡ya llega!
¡no!, mejor, ¡ya se oye!
un gran rumor procedente del frío norte
búfalos de acero
rumor con hielo
levanta la cabeza
no ve nada
¡no!, no le engaña el oído
su pulso se acelera
la sangre pugna por escapar
de sus constreñidas venas
atravesadas por raíles
tras la curva, la espesa humareda blanca
la máquina de vapor
que escupe al cielo su aburrimiento
será otro más
se dice la máquina
sin oírse, por su rugiente bramido
ya lo ve
el tren
ya está ahí
¡ahí!
cerca
comienza la liturgia
apresuradamente
cuidadosamente
la coloca sobre el raíl
y
espera
el estruendo atruena
solo unos segundos
lo que es la vida
todas las pesadas ruedas
acero impasible
pasan sobre ella
fin
se acabó
el niño se acerca a la vía
el corazón en un puño
su puño
la recoge
su moneda
que ahora no es más que una fina lámina
que no recuerda su valor
sí acaso lo tuvo
ni su existencia
si la tuvo
se agacha
el niño
recoge una piedra del balasto
fruto calizo de las entrañas de los océanos
la cierra en el puño
bien apretada
como sus dientes
que oye bruzar como hierro contra hierro
pone la cabeza en la vía
escucha y espera
un nuevo tren… la hará polvo
mientras escupe al cielo su aburrimiento
de vapores arrancados al fuego
…/…
pasa el tiempo
mucho
regresa el niño... a la vía
uno a uno va colocando
en los raíles
sus pesares
y espera
espera
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La vía · SPT055/080913 © 708-080819-6926-Vías Unquera w © 1/60seg • f/3.2 • 50mm* • Iso 100 · Canon S3 IS |
Reposición en Cristal Rasgado 441 |
Sweetie!!
ResponderEliminar¡Maravilloso!
Qué bueno que estás regresando, corazón!
xoxox♥♥♥
ves? eso hice yo en mi descanso... saqué a mi niña, la puse junto a la vía y fué depositando todos mis pesares en ella... los sucesivos trenes los deshicieron... ahora, comienza una nueva vida, sobre todo porque ya se sabe como quitárselos uno de encima :). Estupendo post. Un besuco.
ResponderEliminarÑoco, muy buen texto, todo un lujo...todos buscamos maneras distintas de eliminar cadáveres...
ResponderEliminarUn abrazo y que bueno que hayas vuelto.
Bienvenido al mundo de las letras Ñoco!!, yo también puse una vez una moneda, una peseta y esperé, luego recogí una lámina fina, jejeje, fue divertido, me lo ha hecho recordar tu historia, preciosa, como todo lo tuyo, un abrazote!
ResponderEliminarPues a mi nunca me dejaron poner una moneda en la vias....grrrr
ResponderEliminarBueno, lo mismo nunca es tarde...aunque fijo que si la coloco en una via, después de esperar una hora va el tren y pasa por la otra....Eso me pasaría a mi...fijo
Me has recordado cuando, de niña, poníamos con mis hermanos y amigos pesetas en los raíles del tren.
ResponderEliminarLa vía del tren pasaba cerca de casa y por las noches de verano arriesgábamos nuestars vidas en colocar, seguiditas, muchas "rubias". Luego el juego consistía en encontrarlas, pues el tren las lanzaba bastante lejos con la fuerza de sus ruedas.
Al final, un agujerito con un taladro, y nos las colocábamos de collar.
Entonces no había moros y negros vendiendo en las playas...
Besos y besos,
Ñoco, primero pensé que presagiabas un suicidio tipo Ana Karenina... Luego se me anticipó el juego de las monedas, peligroso como la misma infancia.
ResponderEliminarAquí en Canarias nunca hemos tenido trenes, aunque ahora quieren construirlos.
Los niños jugaban con los riscos del mar y las olas traidoras.
Un abrazo, muy buen post :)
Welcome back! Excellent post.
ResponderEliminarHHK
Guácala!!!
ResponderEliminarPripero pensé que era un suicidio, dios qué escalofríos, luego era una moneda jejeje. El alivio. Pero tal vez no.
De pequeña ponía chapas en las vias del tranvía que pasaba cerca de mi casa. Se quedaban como papeles y soltaban chispas.
Parece que todos han visto una jugada infantil, sin embargo yo sigo sintiendo un pesar de ideas que remiten a objetos mezclados, en un rodar nebuloso. Cambian los pesares de lugar, los puños de contenido, los vapores de entrañas, los raíles de contenido.
ResponderEliminarSiempre interesante. Siempre más allá de la evidencia.
Un abrazo
Añoranza de juegos infantiles con referencias a la vida. La que pasa de largo como el tren en la estación abandonada, la esperanza varada en la vía muerta, la espera de la solución que convierta la simple moneda en un artilugio especial, lo conseguido, lo soñado. Un amuleto que haga que haga que encuentres el amor para conjurar esas vías que nunca se encuentran.
ResponderEliminarUn buen relato, Ñoco.
Besos,
Bonito post...pero yo soy muy miedosa como para acercarme a las vías del tren. Será que sólo soy una niña en triciclo:-).
ResponderEliminarBendita la magia de la inocencia infantil
ResponderEliminarque aún descree
de que los cataclismos no puedan cambiar lo inmutable
Y aún a veces
mantienen la esperanza
de que el dolor se vaya
de la misma manera.
genial.
Yo tengo un tren cerca de casa, me serviría poner mis pesares en sus vías para que se los llevara lejos de mi? Creo que se apartarían antes, llevan demasiado tiempo conmigo.
ResponderEliminarUn beso.
Me alegra tu vuelta.
ResponderEliminarTus palabras me han trasladado a un pequeñísimo pueblo de Burgos en el que pasé un verano cuando tenía 8 años. Mi ama necesitaba del sol de Castilla y allá nos fuimos.
Los niños ponían monedas tal y como tu lo cuentas y a mis hermanos y a mi aquello nos parecía un suicidio. Pasábamos un miedo terrible.
Nostalgías de la niñez y pesares de la madurez se dan la mano en esas vías muertas de la vida.
Besos desde mi encierro
con la tensión del texto me temía un final algo más desapacible, pero me alegro de que el niño haya encontrado una forma de acabar con sus pesares. Muy bonito el texto, y la canción como no la puedo escuchar, pues a ver si la bajo de algún sitio no?
ResponderEliminarCaminar por la viga de la mano de tu letra, giro, revés, vértigo de hierros rieles, trenes del cielo, inocencia de piedra, pena marchita.
ResponderEliminarLocuras tengo, deseos hablan, sueños que no mitigan las ansias de vivir y regresaremos todos a la vía con nuestras piedras pesares.
Celebro tu retorno amigo mío.
Lentamente levanta ojo y mano, que el corazón ni sueños descansan. NO hay apuro susurra el tiempo.
Bienvenido.
Qué fácil sería ir al la vía del tren a dejar lo que no queremos, lo que nos sobra, sin necesidad de dejarlo todo, pudiendo elegir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pasa el tiempo
ResponderEliminarpoco
regreso... a tu casa
una a una voy colocando
en los raíles de tus letras e imágenes
mis sensaciones
y espero
espero
Precioso post, Ñoco.
Chosmu sosbe.
Hay que tener cuidado, el tren puede llegar tan rápido que aplastará tb lo que se nos cae sin querer, sin quererlo dejar, sin que tenga que ser.
ResponderEliminarLos pesares dejarán de pesar, sólo con que mires pasar el tren... o eso creo.
Un beso con traqueteo.
Yo tb ponía mis monedas en la vía.
Inocente inconsciencia, que felicidad poseer una moneda aplastada, tenerla te convertia en heroe ante las miradas de los compañeros de fatigas, y en valiente a los ojos de las mas bellas damiselas de la clase. Merecia la pena sentir el corazon palpitar en la via, no se, si mi conciencia inconsciente me permitiria hoy volver y depositar una nueva moneda, quizas...
ResponderEliminarAloumiños ;)
Llego tarde a tus post, pero llego :)